13. AYER DOMINGO, CERCA DE CASA...

Hubo un "casting" para una película quesque muy importante, mainstream, como dicen acá. Se supone que la ciudad más filmada del mundo es Nueva York, aunque eso no la hace la más bella. Yo salí a Misa por la mañana y de regreso a casa, quise comprar el periódico, pues parece que Mr. Obama cada vez que hace algo le llueven palos por doquier. Tenía ganas de leer todo lo relacionado al señor presidente cuando al doblar en una esquina, veo que hay una cola enorme.

Metiche metiche, lo que se dice metiche, no soy, pero sí soy curiosón. Me acerqué e inmediatamente una señora me regañó y me envió al final de la cola, ella suponía que mi intención era colarme. Le sonreí y aproveché para tranquilizarla respecto a mis intenciones y preguntarle a qué se debía la fila (cabe hacer notar que a los estadounidenses les encanta hacer filas y colas para todo, son felices en ellas. Hacen cola aún cuando no es necesario, parece que en este país el estar formado para algo te da un status especial).

La señora, sin moverse de su sitio, me informó que estaban haciendo un casting para los extras de una película que se filmaría proximamente en esa zona de la ciudad. Seguí mi camino y ¡oh, sorpresa! Formadita, peinadita, maquillada como Dios manda, se encontraba la dulce Peggy Martínez. Fue inevitable que me acercara a ella.

Normalmente, Peggy ni siquiera me saluda. Nos vemos todos los días, de lunes a viernes, y el punto culminante de nuestras comunicaciones es cuando hacemos un leve movimiento de cabeza para despedirnos a media tarde. Sin embargo, ayer era domingo y no estábamos en la oficina. Eso me daba la libertad de acercarme y preguntarle qué diablos hacía ahí. "Estoy formada", fue su respuesta, sin deviolver el saludo ni mirarme. La miré con cara de "sí, soy un estúpido, eso no la había notado".

Se suavizó. Me miró con amabilidad y ahí me enteré que Peggy es, en realidad, una gran actriz esperando su oportunidad para hacerla en grande en la pantalla. Ya apareció de extra en dos películas (¡una de Woody Allen!) y recientemente la llamaron para salir de extra en una serie de TV que es muy popular por estos lados, 30 ROCK. Su empleo en la oficina es un dayjob, y me explicaba que todos los grandes actores y actrices empezaron sus carreras con un dayjob. Me llovieron los ejemplos: que si Harrison Ford fue carpintero, que si Julianne Moore fue camarera, que si Sean Connery fue fisico-culturista, que si otro famoso (que ya se me olvidó quién) fue taxista y así. Y claro, la lista culminaba con Peggy Martínez.

Me dio hambre. me despedí de ella deseándole (de corazón) la mejor de las suertes y me retiré a mi minúsculo espacio a leer el periódico.

Ya por la noche, salí a saludar al alemán. Mayor fue mi sorpresa al ver que la cola seguía ahí. Claro, Peggy ya no estaba. pero había más gente que a mediodía.

Todos quieren ser ricos y famosos en este país. Tal vez he errado el camino.
En fin.

No hay comentarios: